Sí, así es. La tapa por donde se meten las cintas en mi vídeo ha sido arrancada de cuajo cuando procedía a insertar una.
Y se preguntarán, queridos lectores, ¿por qué sigue usted usando el vídeo, cuando existe el DVD y muchos mejores adelantos? La respuesta se resume en unas pocas palabras: me sobran las cintas.
¿Es que acaso alguno de ustedes no tiene la casa llena de cintas de vídeo inservibles que hace una media de 7 años que no visualiza? Además, las cintas de vídeo se pueden grabar una y otra vez, aunque sean originales, son como los disquettes. Con esto no pretendo hacer apología del VHS, es más, lo odio; pero me veo obligado a seguir alojándolo en mi casa, cual inquilino perenne.
Al igual que mucha gente mal-llama al DVD "Digital Video Disc" (es Digital Versatile Disc), el VHS también sufrió este atentado. El acrónimo responde a las palabras Vertical Helical Scan, y no a Video Home System, como hemos podido creer.
Continuando con este tipo de analogías, igual que ahora hay una pugna entre los formatos HD-DVD y Blu-Ray, el VHS tuvo que sufrir grandes batallas contra el Betamax de Sony. Finalmente triunfó el VHS por su mayor capacidad de grabación.
Se pasó del magnetismo a la óptica, de la cassete de vídeo al disco compacto, pero, estimados lectores, creo y espero que posean un lugar privilegiado para el que fue rey de la casa durante la década de los 90: su aparato VCR (Vídeo Cassete Recorder).
P.D.: Aún no ha muerto, límpienle los cabezales de vez en cuando...
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