Hastío I

Como si de cogeneración se tratara, intento aprovechar el flujo de pensamientos que me recorre ahora mismo para crear una entrada.
Joey me ha pasado una página para entrenamiento mental, pero como dudo de los resultados que tienen prácticamente todos los tipos de entrenamientos, no voy a hacer ningún juego.

A estas horas, debe haber alguien escribiendo en su blog preguntándose por qué lo hace, sin contarme a mí.
Un día como hoy, hay gente que se aburre.

Tras intentos fallidos de hacer que mis amigos bajen, me encuentro solo en mi casa, sin saber qué hacer. Precisamente por ese motivo no han salido, porque no sabemos qué podemos hacer unos chavales en Madrid un sábado por la tarde, y mira que habrá cosas, pero nunca llueve a gusto de todos, sobre todo si la lluvia está presente en la situación.

A la gente le gusta aprovechar el tiempo. Esto es algo que he podido observar últimamente con especial intensidad.

¿Por qué, si el tiempo sobra?

El tiempo es oro sólo en algunas situaciones, y ésta no lo es. Hay un puente de varios días por delante y a la gente que se queda en la ciudad le da por aprovechar el tiempo, cuando mucha otra se ha ido a derrocharlo en cualquier lugar vacacional.

Personalmente estoy muy a favor de la cultura de no hacer nada. No sé qué le ven de malo a no hacer nada. Si no haces nada, no puedes hacer nada malo y eso es bueno.
No hacer nada es como estar en el limbo. Únicamente estás.


Pero bueno, supongamos que hubiese que hacer algo... ¿qué?
¿Qué puedo hacer esta tarde? No me van los rollos culturales de ir a visitar cosas, tengo hambre pero Joey rejects una y otra vez mis propuestas de bravas así que no sé...

Se busca crítico constructivo para actividades vespertinas.

Debería poner un anuncio como este en el Segundamano.
A todo esto sigo aburriéndome como de costumbre, por la falta de interés en el arte de no hacer nada. Este deporte tiene definitivamente pocos adeptos.

Joey seguirá el artículo, porque yo me aburro.