Según un estudio de un museo de Kentucky, los T-Rex podrían haber comido cocos

El recientemente construido museo creacionista de Petersburg, Kentucky, además de maravillar a un gran grupo de católicos antidarwinistas con maquetas de dinosaurios gigantes y estúpidas teorías que incluyen a Adán y Eva además de costar más de 25 millones de dólares, propone hipótesis sobre cómo los dinosaurios necesitarían ser en general bebés para caber felices (sin comerse unos a otros) en el arca de Noé.

Nada más y nada menos los creadores del museo afirman:
"En Genesis 1:30 dios dio ‘la hierba verde’ a toda criatura viviente para comer, por lo que no había depredadores".

Cuando un visitante curioso pregunta por qué los T.Rex tienen dientes serrados de más de 15 centímetros a los guías se les ocurre la ingeniosa idea de que los necesitaban para abrir cocos, y que sólo fue cuando Adán y Eva fueron expulsados del paraíso cuando los T.Rex se volvieron asesinos voraces.

Saquen sus propias conclusiones.
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